miércoles, 1 de octubre de 2008

se nos olvidan las llaves...

y la puerta se queda abierta.
es una puerta trasera, pequeñita

la etiquetamos rápidamente como ventana
ventana que da a un muro, es más

y se queda ahí... abierta
abierta hasta que un día
algo entra: el pasado

Y entra como se debe:
en presente

La presencia del pasado te habla de tí
del pasado (obvio) pero sobretodo de los afectos
y de los deseos.

Es como puerta de ciudad,
arco que no sabes de dónde a dónde abre...
y por ahí entra la vida.

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